Toda mi existencia es un verso oscuro
Toda mi existencia es un verso oscuro
que se repite a sí mismo
y te lleva al amanecer de eternas primaveras
Yo suspiro por tí en este verso
En este verso te amarro
a los árboles, al agua y al fuego
Acaso es la vida
una calle larga por la cual cada día pasea una mujer
con su canasto?
Acaso es la vida
una cuerda con la cual un hombre se cuelga de una rama?
Tal vez es la vida
un niño que regresa de la escuela
La vida es tal vez prender un cigarrillo
en la letárgica pausa entre dos momentos de amor,
o un caminante que confundido alza su sombrero
y con una sonrisa lerda dice " Buenos días"
a otro que lo adelanta
Acaso la vida es el momento contenido
cuando mi mirada sucumbe en tus pupilas
y mi emoción se mezcla con la sensación
y el descubrimiento de la oscuridad?
La muñeca mecánica
Más que esto, oh, sí
más que esto se puede callar
Largo se puede mirar con una mirada muerta
el humo de un cigarro,
la forma de una taza,
la pálida flor de los diseños de una alfombra,
una línea imaginaria en la pared
Se puede con los dedos secos
correr las cortinas hacia un lado y ver
a una pesada lluvia caer sobre la calle,
a un niño parado en una puerta con sus volantines multicolores,
a una carreta marcharse de la plaza vacía con un ruidoso apuro
Se puede estar ahí
con las cortinas corridas, pero,
como sordo y ciego
Se puede gritar
con una voz falsa y desconocida: Yo amo
Se puede ser una hermosa y sana hembra
con un cuerpo de piel estirada y lozanos senos,
bajo el abrazo dominante de un macho
En la cama, se pude ensuciar la virtud del amor con un borracho
un loco o un vagabundo
Se puede con astucia despreciar todos los misteriosos enigmas
o solamente descifrar un puzzle y alegrarse del descubrimiento
de una respuesta tonta,
una respuesta sin sentido
sí, como de cinco o seis letras
Durante toda una vida
se puede yacer de rodillas,
con cabeza gacha, al lado de un frío sarcófago
para poder ver a Dios en la tumba de un desconocido
Se puede uno convertir
en creyente por la culpa de una moneda sin valor
o pudrirse en el abside como un viejo predicador
Se puede de tal manera como
un cero en la sustracción, suma y multiplicación
alcanzar el mismo resultado
Se puede sentir tu ojo
en su capullo de ira,
cómo un pálido botón en un viejo zapato
Se puede uno secar
como el agua en su charco
La vergüenza puede guardar un momento de belleza
como una obscura foto tomada a la rápida
guardada en el fondo de un baúl
o como colgar el retrato de un ajusticiado, vencido o crucificado
en el marco vacío del día
Se puede cubrir los hoyos de las paredes con máscaras
o unirse más aún con imágenes sin sentido
Como muñecas mecánicas se puede ver el mundo
con ojos de porcelana
y dormir año tras año, en una caja de terciopelo entre palletas y tul
con el cuerpo relleno de paja
Se puede a cada escandalosa caricia
Sin ninguna razón gritar:
Oh, Que feliz soy!
Forugh Farrojzad
(traducción de Loreto Labbé)
En 1997 Najmeh Shobeyri, por primera vez en castellano, presentó a la gran poetisa iraní Forugh Farrojzad en la revista 'Caminar conociendo' (ya cerrada hace algún tiempo) y tradujo 3 poemas: 'regalo', 'muñeca de cuerda' y 'renacer'. En este blog encontrará numerosos escritos de la poetisa iraní y de otros poetas.
http://ever-enen10.blogspot.com.ar/2007/01/toda-mi-existencia-es-un-verso-oscuro.htm
Breve reseña extraida del blog: "La mayor poeta de la historia del mundo (se admite controversia) y una de las mayores cineastas de la historia. Una diosa un mito reciente y futuro. Nació en Teherán en 1935 y murió en 1967 en medio de “extrañas circunstancias” (¿servicios secretos iranies?). Se casó a los 16 años y tuvo su único hijo a los 17. A los 18 escribió “La cautiva”, su primero libro de poemas. A los 19 lo publicó. Fué repudiada por su marido, perseguida por los dirigentes de Teherán y apartada de su único hijo al que no volvería a ver nunca. En 1956 tuvo que escaparse de Irán ayudada por la esposa de un catedrátco de la universidad de Teherán. Temía por su vida. Estuvo 6 meses deambulando por Europa, durante los que escribió “El muro” su segundo libro. Se establece en Francia. En 1958 publica “Rebelión” tercer libro y comienza una relación con Ebrahim Golestan, cineasta persa igualmente exiliado, que la acercará al mundo del cine. En 1964 publica “Nuevo Nacimiento” y el año de su muerte “Tengamos fe en el inicio de la estación del frío”.
Como cineasta grabó varios cortometrajes, pero sin duda el más grande de ellos y de todo el cine oriental es sin duda “La casa es negra” que inaugura toda la tradición del cine iraní contemporáneo y que ha sido injustamente olvidado. Una obra de arte terrible, dolorosa, que te destroza por completo. Una anécdota de ese rodaje es que Forugh adoptó a un niño nacido en la leprosería de Tabriz, en la que rodó el corto. Como ella decía: “si sólo quedará la voz…¿Por qué callarme?”.
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