domingo, 28 de diciembre de 2008

Gastronomía, Lilián Gelabert

Todo está preparado para iniciar el rito.
Los diversos colores se alinean y los aromas me invaden.
Mis manos ansiosas, esperan…
Tenuemente, Bocelli susurra canciones de amor.
Es hora de comenzar!
Los granitos de sal espolvorean la carne inmóvil, tendida sobre la mesa.
El molinillo gira entre mis manos hábiles y ávidas.
Una hierba verde dibuja las llanuras de tu cuerpo-mapa
y el atardecer cae, anaranjando la superficie,
Salpica el morrón su roja sangre, mientras las salobres ruedas del olivo esparcen sus sabores.
Minúsculos cubos blanquecinos salpican luz y…
La pintura esta lista!
Una mezcla untuosa pincela las texturas, hundiéndose en el hueco de la carne.
Y llego la hora…
Aquella en que mis manos modelan ese cuerpo todavía informe.
Un cordón, te recorre en un zigzag ondulante, creando surcos en tu piel.
Los jugos se derraman por mis manos y mis brazos, la humedad me recorre..
El agua burbujeante ya esta lista y lentamente acomodo tus formas al pequeño espacio que te espera.
Tu cuerpo se hace rígido y yo…
No dejo de pensar en saborearte.

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