ILUSIONISTA
te saludábamos con la mano cuando veíamos
tu bicicleta celeste desaparecer en la esquina
al doblar se doblaba
no te miento: se volvía de un material
blando
de plastilina o de una aleación moldeable
y giraba hacia sí misma
suavemente, con una elegancia
casi imperceptible
se podía decir que se había replegado
como una figura en papel un delfín de origami
gestores de nuestra propia miopía
una última recolección del empirismo
éramos testigos de lo imposible
y queríamos creerlo como quiere
creer quien ve el acto de un ilusionista
como sea estas son todas palabras
sospecho
tu bicicleta celeste desaparecer en la esquina
al doblar se doblaba
no te miento: se volvía de un material
blando
de plastilina o de una aleación moldeable
y giraba hacia sí misma
suavemente, con una elegancia
casi imperceptible
se podía decir que se había replegado
como una figura en papel un delfín de origami
gestores de nuestra propia miopía
una última recolección del empirismo
éramos testigos de lo imposible
y queríamos creerlo como quiere
creer quien ve el acto de un ilusionista
como sea estas son todas palabras
sospecho
hermosas para disimular lo triste
o hermosas en lo triste: te veíamos irte
en esa bici imposiblemente curva
y sentíamos
que se doblaba también la casa
o hermosas en lo triste: te veíamos irte
en esa bici imposiblemente curva
y sentíamos
que se doblaba también la casa
la esquina los árboles
los canteros los confines del barrio otros planetas
se torcían cientos de kilómetros
los canteros los confines del barrio otros planetas
se torcían cientos de kilómetros
bajo nuestros pies
los carocitos calientes que sostienen el mundo.
los carocitos calientes que sostienen el mundo.
Ilustración: Silvia Schmid
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